La absorción de Credit Suisse por UBS: un paso histórico en el mundo financiero
Tras cinco días de charlas y en medio de una crisis financiera global, la UBS con el apoyo del Banco Nacional Suizo y el Gobierno, ha anunciado la compra, por el valor de 3000 millones de francos, de su rival Credit Suisse, el segundo banco más grande de Suiza
El pasado 19 de marzo, el presidente del Consejo del Grupo UBS, Colm Kelleher, anunció en directo la integración del banco Credit Suisse con el banco UBS, apostando por “el valor añadido de combinar las habilidades de ambas entidades para mejorar sus capacidades, conscientes de la necesidad de apoyar a la entidad y a la economía suiza en un contexto de incertidumbre macroeconómica mundial”. También expresó que “la transacción reforzará la posición de UBS, como el banco universal líder en Suiza”. Por otra parte, el presidente de Credit Suisse, Axel Lehmann, calificó la adquisición como un acontecimiento «histórico, triste y desafiante».
El Banco Credit Suisse, especializado en servicios financieros, tras 167 años de actividad y que en el 2008 ocupaba la octava posición entre los bancos más grandes del mundo, lleva arrastrando varios escándalos en los últimos años que llevan a recordar la quiebra de la compañía de Lehman Brothers en el 2008.
El primero de los acontecimientos sucedió tras la bancarrota de la compañía británica prestamista, fundada en 2011, Greensill Capital, que se declaró en quiebra en 2021. Credit Suisse habría invertido unos 10.000 millones de dólares en activos de esta empresa. El segundo escándalo de 2021 tuvo relación con el inversionista Bill Hwang, cuya sede se encuentra en Nueva York. A principios de 2021, Credit Suisse prestó a la empresa de Hwang 30.000 millones de dólares aproximadamente para invertir en acciones de Viacom CBS, las cuales se hundieron unos meses después.
En el 2022 la Credit Suisse tuvo un año fiscal difícil, el cual cerró con una pérdida de casi 7.400 millones de francos, lo que provocó una caída en el valor de sus acciones. A pesar de que el Banco Nacional Saudí y la Autoridad de Inversiones de Qatar inyectaron miles de millones para ayudar a la recuperación del banco, las acciones siguieron cayendo hasta un 24% de su valor en marzo del 2023. Tras esta continua desvalorización, el Banco Nacional Saudí declaró que no daría más asistencia financiera. Unos días más tarde el Banco Nacional Suizo otorgó a Credit Suisse un préstamo de 50.000 millones de francos para contribuir a la recuperación del banco.
Una semana después de la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y tras la caída de las acciones de Credit Suisse, que llegaban a un mínimo histórico de 0,76 francos suizos por acción (muy por debajo de los 1,86 francos suizos a los que cerró el pasado viernes), UBS tomó la decisión de comprar las acciones de Credit Suisse por 0.82 dólares por acción, con la intención de evitar que se declare en quiebra y tratar de proteger mínimamente a sus clientes e inversionistas, así como para evitar una nueva crisis financiera que arrastre al resto del sistema financiero.
La “fusión”, que debería completarse a finales del 2023 con la absorción de la entidad, será dirigida por el actual consejero delegado de UBS Ralph Hamers, el presidente del consejo de administración Colm Kelleher y el Banco Nacional Suizo (BNS), que facilitará una inyección de liquidez a UBS y Credit Suisse de 100.000 millones de francos suizos durante la adquisición. Además, el Gobierno suizo ha acordado absorber hasta 9.000 millones de francos de pérdidas potenciales para UBS.
Por el lado de los inversores, según un comunicado de Credit Suisse emitido el pasado 19 de marzo, “En virtud del acuerdo de fusión, todos los accionistas de Credit Suisse recibirán una acción de UBS por 22,48 acciones de Credit Suisse”. Esto significa, que por cada 1000 acciones del banco los accionistas recibirán 44,48 acciones del UBS. Asimismo, todavía no está claro que pasará con los más de 50 mil trabajadores de la entidad.
La ministra suiza de finanzas, Karin Keller-Sutter, declaro que el Credit Suisse es un banco «demasiado grande para caer», su caída podría causar un «trastorno económico irreparable» en Suiza y en todo el mundo. La absorción ha «sentado las bases para una mayor estabilidad». Añadió que «se trata de una solución comercial, no de un rescate».
En un entorno internacional marcado por la inflación y la inestabilidad, las repercusiones de este terremoto financiero, que viene produciéndose desde la crisis financiera del 2008, pueden ser bastante impredecibles a medio y largo plazo. La entidad resultante de la fusión UBS + Credit Suisse doblaría el PIB nacional suizo en un volumen de negocio de 1,6 billones de francos frente a 800.000 millones de francos. Si esta operación no saliera bien podría generar una nueva crisis con nuevas intervenciones al sector financiero por parte de los bancos centrales europeos.
Con este panorama es probable que la creciente incertidumbre sobre las entidades bancarias afecte negativamente en los valores del mercado y la moneda, lo cual podría favorecer otros tipos de activos más descentralizados, como el de las criptomonedas o los NFT. Asimismo, después del pánico vivido en la bolsa que precede los grandes cambios financieros, el Euro y las acciones del UBS han reaccionado de forma positiva. Solo queda saber si estos terremotos financieros llegarán pronto a la calma y qué impacto tendrá en la economía futura.