El futuro del transporte autónomo en Suiza empieza en Zúrich
Suiza impulsa proyectos piloto de taxis autónomos en Zúrich, pero la normativa exige que un conductor de seguridad permanezca a bordo y limita el despliegue comercial al menos hasta finales de año
En Zúrich, las pruebas de taxis autónomos avanzan con un conductor de seguridad a bordo, en línea con la estricta normativa suiza. Mientras tanto, Tesla ha iniciado en Austin, Texas, un servicio experimental de robotaxis sin conductor al volante, aunque bajo supervisión humana y en áreas limitadas.
Suiza: Regulación y pruebas piloto
El país alpino avanza de forma decidida en el desarrollo de la movilidad autónoma, aunque bajo un marco regulatorio más cauteloso que el de Estados Unidos. El proyecto piloto más relevante se está llevando a cabo en el valle de Furttal, impulsado por el Swiss Transit Lab, la SBB, el cantón de Zúrich y más recientemente, el cantón de Argovia. El objetivo es probar taxis eléctricos autónomos en condiciones reales de tráfico, siempre bajo estrictas condiciones de seguridad y con un conductor de seguridad a bordo, tal como exige la normativa vigente.
Desde marzo de 2025, la conducción autónoma de niveles 3 y 4 está permitida en Suiza en zonas y condiciones específicas y con unos requisitos técnicos y legales muy claros. Las pruebas en Furttal no son comerciales y requieren una exención especial de la Oficina Federal de Carreteras (ASTRA), que aún está pendiente para la siguiente fase del proyecto. Según Christine Mauelshagen, miembro de la junta del Swiss Transit Lab, la fase de mapeo y pruebas podría comenzar en verano o finales de año si se obtiene la autorización necesaria. El cantón de Argovia también se ha sumado recientemente a la iniciativa buscando, por un lado, recopilar experiencia con vehículos automatizados en el espacio público, y por otro, contribuir al desarrollo de estándares nacionales.

El interés institucional es alto, tanto las autoridades cantonales como las empresas de transporte público ven en la automatización una oportunidad para mejorar la eficiencia, reducir emisiones y responder a la escasez de personal en el sector. Sin embargo, la prioridad sigue siendo la seguridad. Por ello, todos los vehículos de prueba deben contar con un operador capaz de intervenir en cualquier momento y las operaciones están limitadas a rutas y horarios definidos.
Estados Unidos: Innovación y desafíos regulatorios
Mientras en Suiza se limitan a proyectos piloto, actualmente los taxis sin conductor ya funcionan en Estados Unidos y Asia. En Austin, los pasajeros deben registrarse con un empleado de Tesla a través de una aplicación, y muchos robotaxis son seguidos por un vehículo acompañante o pueden ser controlados remotamente. Waymo, líder del mercado, opera más de 1.500 vehículos y realiza más de 250.000 viajes sin conductor en una zona mucho más extensa de Austin, utilizando tecnología LiDAR (acrónimo de Light Detection and Ranging, que emplea pulsos láser para medir distancias y crear mapas 3D detallados del entorno. Expertos y rivales dudan de la fiabilidad de la conducción autónoma de Tesla, aunque reconocen que la apuesta de Musk por las cámaras podría darle una ventaja competitiva en costes si la tecnología resulta fiable.
La experiencia de Austin y los ensayos en el cantón de Zúrich permiten observar de cerca los retos y oportunidades de la movilidad autónoma, un sector que promete transformar el transporte urbano y el modelo de negocio de la industria automotriz. El éxito de estas iniciativas podría influir en la estrategia de otros fabricantes y en la inversión en nuevas tecnologías a nivel global, con especial atención en la seguridad y la integración con la red eléctrica nacional. Este enfoque conecta la innovación internacional con la realidad suiza, destacando el papel de la regulación y la seguridad en el desarrollo de la movilidad autónoma.
Grandes desafíos regulatorios y técnicos
La movilidad autónoma vive un momento clave en Estados Unidos y Suiza. En Austin, Tesla ha comenzado a operar su flota de robotaxis, vehículos del modelo Y que circulan sin conductor humano al volante, aunque bajo la supervisión de un acompañante en el asiento del copiloto y en áreas restringidas del centro urbano.
Este servicio, que ya ha generado expectación internacional, se enfrenta a desafíos regulatorios y técnicos, como incidentes de frenada brusca, desvíos de carril e incluso incorporaciones al carril contrario, lo que ha motivado investigaciones por parte de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE. UU. (NHTSA) -algunos de estos incidentes tuvieron víctimas como resultado-. La agencia anunció el 24 de junio de 2025 que examinará más de cerca los robotaxis de Tesla tras la aparición de videos que muestran graves errores de tráfico, aunque la compañía no ha comentado estos incidentes.
El sistema de inteligencia artificial de Tesla asume el control del vehículo basándose exclusivamente en cámaras, una apuesta tecnológica que le permite ahorrar costes frente a competidores como Waymo, que utilizan sensores LiDAR. Sin embargo, la dependencia de las cámaras también ha generado críticas, ya que en condiciones climatológicas adversas , el sistema pierde eficacia y carece de percepción de profundidad, lo que puede ser especialmente problemático en intersecciones, según expertos. Elon Musk ha descrito el lanzamiento de los robotaxis como “la culminación de una década de arduo trabajo”, aunque reconoce que el servicio todavía requiere la presencia de un supervisor humano en el vehículo.
China: Despliegue avanzado y modelo de colaboración
Mientras tanto, China se ha posicionado como uno de los líderes mundiales en la integración de robotaxis en el transporte urbano. En Shenzhen, empresas como Pony.ai, en colaboración con Xihu Group, han desplegado más de 1.000 robotaxis Gen 7, que operan de forma autónoma en zonas céntricas y complejas de la ciudad, incluyendo túneles y cruces irregulares.

Baidu, a través de su plataforma Apollo Go, también ha recibido autorización oficial para operar taxis completamente sin conductor en un área de 188 kilómetros cuadrados en Shenzhen, ampliando la presencia de estos servicios en China. Además, AutoX, respaldada por Alibaba, ofrece servicios de robotaxi sin conductor de seguridad, permitiendo a los usuarios solicitar viajes a través de aplicaciones móviles, con tarifas accesibles y una experiencia totalmente automatizada.
El modelo chino, basado en la colaboración entre empresas tecnológicas y operadores de flotas, ha demostrado una notable capacidad de adaptación y escalabilidad, consolidando a Shenzhen como uno de los principales campos de prueba para la movilidad autónoma a nivel global.
Implicaciones económicas y sociales
El despliegue de robotaxis de Tesla en Austin ha generado interés en el mercado internacional por parte de países europeos y asiáticos que observan de cerca los avances de Tesla y otros actores como Waymo y Zoox. También, ha impulsado el valor de la compañía en bolsa.
Sin embargo, los analistas advierten que la adopción a gran escala de este tipo de servicios depende de la evolución tecnológica y de la adaptación de las normativas, especialmente en países con regulaciones más estrictas como Suiza. Asimismo, el progreso en la tecnología de vehículos autónomos implica un riesgo significativo a largo plazo para el empleo en el sector del transporte, impactando a conductores de taxis, operadores de servicios de reparto y de camiones, cuyo proceso de automatización también se encuentra en fase de desarrollo.

© Swiss Transit Lab
Descubre más desde Noticias Suiza
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.