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Las estaciones de esquí suizas, en jaque

Remontes cerrados, máquinas de nieve artificial y una montaña más marrón que blanca. Una postal cada vez más común en los inviernos tanto en Suiza como en el resto de Europa, que obliga a debatir sobre la situación de la industria del esquí en el continente

El presente invierno va camino de batir récords de calidez. Según el portal SRF Meteo, si la estación invernal finalizara ahora sería uno de los cinco inviernos más cálidos en Suiza desde que existen registros.

No obstante, aún es pronto para dar por sentenciada la época de nieve y el mes de marzo puede traer cambios significativos. Los datos de años anteriores indican que la subida de temperaturas es una tendencia, como así lo demuestra la declaración de 2022 como el año más cálido desde 1852 por parte de la Oficina Federal de Meteorología y Climatología, MeteoSwiss.

Pocas pistas a pleno rendimiento

En febrero, uno de los meses preferidos para la práctica del esquí en Europa, la temperatura media en Suiza es de unos 6ºC grados de máxima y -2ºC de mínima. Sin embargo, este año, en la última semana de febrero llegaron a registrarse temperaturas de hasta 13º en zonas del sur del país.
En el momento de la elaboración de este artículo, 30 pistas de las más de 200 que hay en Suiza estaban cerradas por falta de nieve y muy pocas abrían a pleno rendimiento. Por ejemplo, la emblemática estación de Zermatt, que cuenta con 360 kilómetros de pistas, solo contó con 292 practicables y con 42 de sus 55 remontes abiertos.

Pese a estos datos, 2024 no ha sido un mal año para la industria del esquí en comparación con los años de la pandemia y las malas condiciones que se dieron el invierno pasado. Según indican los primeros datos de Swiss Cable Cars, el número de forfaits vendidos a principio de este año aumentó un 12% con respecto al mismo periodo del año pasado.

No obstante, la tendencia a tener inviernos cálidos es una realidad. Un estudio de Nature Climate Change asegura que la capa de nieve en los Alpes ha experimentado una reducción del 5,6% por década en los últimos 50 años, una cifra inquietante para Suiza, un país en el que el turismo aporta un 1,4 % del PIB. Según datos de la Oficina Económica y Comercial de España en Berna esta cifra, a su vez, se sustenta en la práctica del esquí.

En el estudio se apunta “la urgente necesidad de desarrollar estrategias de adaptación” tanto en el plano medioambiental como en el económico. Algunas estaciones de esquí, como Leysin y Les Mosses, se han propuesto planes de implantación de cañones de nieve artificial, algo que cuenta con una gran oposición ecologista debido al elevado coste energético de estas máquinas.

Inviernos más cálidos

Muchos resorts han apostado por la diversificación y centran sus recursos en potenciar el turismo de verano enfocado hacia otras actividades deportivas y de ocio, como escalada, senderismo o ciclismo. Las campañas turísticas en el país han pasado de la imagen clásica de picos nevados a mostrar el verde de las montañas y el azul de los lagos.

El verano toma fuerza en Suiza, aunque resultará difícil competir con una industria de la nieve que atrae a más de 20 millones de visitantes al año y sitúa al país como el quinto lugar preferido en todo el mundo para la práctica del esquí.

Más allá de la incidencia en el turismo, hay una preocupación climática importante y una demanda creciente de búsqueda de soluciones. De hecho, la ausencia de nieve afecta a muchos otros sectores económicos del país, entre ellos el energético, dada la potente industria hídrica suiza.

Aldea alpina, Suiza
Aldea alpina, Suiza por Julia @pixabay

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